lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Feliz Año Nuevo!

Un año termina y otro nuevo va a comenzar.  Esta es época de balances y de nuevos propósitos. Todo lo que vivamente imaginamos, ardientemente deseamos, sinceramente creemos y entusiastamente emprendemos...  inevitablemente sucederá.

"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible:  el miedo a fracasar."  (Paulo Coelho, 1947-  )

Para todos los que estáis ahí, mis mejores deseos para este año que estamos a punto de estrenar.


Gracias por leerme y hasta pronto.




lunes, 26 de noviembre de 2012

Pan de aceite. Receta con panificadora

Las masas y yo no acabamos de llevarnos bien (tenemos una relación amor/odio) así que aprovecho el programa de amasado y fermentación de mi panificadora para dejar a un lado el odio y disfrutar cada día de sabroso pan casero.  Poco a poco os iré desvelando los secretos y truquillos que he ido descubriendo a lo largo de estos tres años, en los que apenas he visitado una panadería, y compartiré las recetas de los panes que en casa más nos gustan.

Como inauguración de esta nueva sección os presentaré una receta de elaboración mixta, siendo la primera parte en panificadora y la cocción en horno convencional.  Se trata de un exquisito pan de aceite, una adaptación personal de una receta de  "focaccia"  que más adelante también mostraré.


Antes de pasar a la receta os quiero aclarar que en la elaboración de panes las cantidades indicadas en los ingredientes casi nunca son exactas.  Con ello quiero decir que la calidad de la harina  (si absorbe más o menos líquido)  o la temperatura ambiental, que influye en el tiempo de fermentación, puede variarnos ligeramente la receta original.  Sólo la práctica  -y tras algún que otro "mazacote" obtenido-  nos descubrirá la receta exacta y personal para cada pan. 

Ingredientes:

240 gr de agua, 50 gr de aceite de oliva virgen extra, 1 cubito de levadura fresca Levital, 450 gr de harina de fuerza  (yo utilizo Harimsa), 1 y 1/2 cucharadita de sal  (cuchara medidora pequeña de la panificadora, aprox. 9 gr), 1 y 1/2 cucharadita de azúcar.  Para adornar, un chorrito más de aceite de oliva y sal gruesa. 


Elaboración:

Ponemos en la cubeta de la panificadora los ingredientes en el mismo orden en que aparecen, excepto el chorrito de aceite y la sal gruesa.  Siempre se aconseja poner primero los líquidos y posteriormente todos los sólidos, pero he de confesar que alguna vez lo he hecho al revés y también funciona.  Mi panificadora es una Moulinex Home Bread Baguette y el programa que corresponde a "amasado y fermentación"  es el nº 13.

Dejamos que la máquina haga su trabajo durante 1 hora y 25 minutos, duración del programa completo.  Una vez transcurrido este tiempo sacamos con cuidado la masa y la estiramos sobre la bandeja que irá al horno, la cual previamente habremos untado con una fina capa de aceite de oliva, y le daremos la forma deseada  -ovalada o circular-  dejándola con un grosor de unos tres centímetros.  Presionaremos la superficie con la yema de los dedos, dejándola reposar de nuevo durante 30 minutos más.

Pasado este tiempo volvemos a presionar la masa con los dedos, rociamos la superficie con sal gruesa y aceite de oliva y la salpicamos con unas gotas de agua.  Introducimos la bandeja en el horno, que estará precalentado a 200º, y dejamos cocer el pan durante 20 minutos.  Si a media cocción se observa que la superficie ya está bastante dorada, colocaremos encima del pan una lámina de papel de aluminio y así acabará de cocerse sin  tostarse en exceso.

Consejos:

Recién hecho, su corteza crujiente y su aroma son toda una tentación.  La cantidad de aceite que lleva esta masa hace que este pan se mantenga tierno durante varios días, aunque no creo que lleguéis a comprobarlo por lo rico que está.  También podéis probarlo tostado.

Y hasta aquí la receta de hoy, un nutritivo pan de aceite ideal para acompañar cualquier comida o para disfrutarlo solo.

Gracias por leerme y hasta pronto.



jueves, 25 de octubre de 2012

Del bosque a la mesa: Fricandó de ternera con setas

Ya estamos en plena temporada de setas y para retomar esta sección he pensado en una receta típica de la cocina catalana:  un buen  "Fricandó amb bolets"  explicado paso a paso.


Ingredientes para 4 personas:

12 filetes finitos de ternera (aprox. 1/2 Kg) a ser posible de tapa plana, un surtido de setas, 600 gr de tomates maduros, unos 300 gr de cebolla, 3 dientes de ajo, 1 zanahoria, un bouquet garní (atado de hierbas), unas bolas de pimienta negra, harina de trigo, un chorrito de coñac y otro de vino blanco, sal, aceite de oliva virgen extra y 1 vasito de agua.

En la primera excursión  "boletaire"  no se consiguió llenar el cesto, pero sí obtener un variado surtido ideal para una receta como la que hoy tenemos. 



Y aquí están, limpios y listos para ser utilizados:


Elaboración:

En una cazuela echamos un buen chorro de aceite de oliva, enharinamos la carne y la freímos ligeramente por ambos lados.  Retiramos y reservamos. 


En ese mismo aceite añadimos el resto de los ingredientes:  tomate, cebolla, zanahoria, ajos, atado de hierbas, pimienta, una cucharadita de harina, coñac, vino, agua y un poco de sal.  Dejamos cocer tapado a fuego medio-lento durante una media hora.  


Pasado este tiempo tendremos algo así.  Apartamos el bouquet garní, trituramos y colamos la salsa para que quede más fina y homogénea.


Disponemos los filetes de ternera sobre una cazuela amplia tipo paella


Vertemos la salsa y repartimos las setas por toda la superficie.  Dejamos también el atado de hierbas para que siga aromatizando y ponemos a cocer tapado a fuego lento durante unos 35-40 minutos más.  No importa si la salsa ha quedado un poco espesa ya que las setas soltarán todo su jugo y quedará más ligera.  A media cocción rectificamos de sal.


Como mi encimera es del año de la polka cuando hago este tipo de guisos con cazuelas tan amplias utilizo la parte más baja del horno para que la cocción sea totalmente homogénea.  Por si es vuestro caso, precaliento a 180ºC y pongo la cazuela en la bandeja más inferior o directamente sobre el horno.  Dejo 30 minutos y apago para aprovechar el calor residual.


Este es el aspecto final del  "Fricandó amb bolets".  Lo ideal es dejarlo reposar durante unas horas para que se asiente y potencie su sabor.


Consejos:

En esta ocasión no tenía zanahorias y, aprovechando que es época de calabazas y siempre tengo para hacer purés, añadí unos trocitos para salir del apuro y el resultado fué tan bueno que seguramente será el ingrediente que utilice a partir de ahora.

La carne era ecológica y tan tierna que no hacía falta cuchillo para cortarla.  Como fué lo primero que voló me sobró bastante salsa con setas y la aproveché al día siguiente.  Queda perfecta como guarnición de un arroz blanco y también de pasta.

Y hasta aquí la receta de hoy, un fricandó de ternera con setas, uno de nuestros platos favoritos  y espero que pronto también el vuestro.  

Gracias por leerme y hasta pronto.



domingo, 14 de octubre de 2012

De vuelta... con las setas

Después del parón estival durante el cual he procurado estar a más de cinco metros de cualquier fuente de calor y alimentarme prácticamente a base de gazpachos y ensaladas he vuelto con el fresquito, como nuestras amigas las setas.

Esta mañana hemos cambiado nuestro paseo dominical por la playa por una pateada de dos horas y pico por la montaña, encontrando y disfrutando de nuestros primeros  "bolets"  de la temporada: unos exquisitos  "mollerics".  Porque los comprados en el mercado no cuentan...



A las diez de la mañana, en la montaña.  Y a la hora de comer, en la mesa... 


Pero no así, evidentemente.  Voy a aprovechar esta oportunidad para recordaros cómo preparar estos  "mollerics"  para ser cocinados y, al mismo tiempo, hacer una recopilación de todas las recetas con setas que tengo publicadas hasta la fecha.

Del bosque a la mesa:  "mollerics"  (I)
En esta entrada encontraréis una extensa información sobre este exquisito pero poco conocido "bolet"  y  también cómo limpiarlo correctamente para su posterior elaboración.

Del bosque a la mesa:  "mollerics"  (II)
Una sencilla receta paso a paso que muestra cómo prepararlos como simple guarnición.

Del bosque a la mesa:  Pasta con  "mollerics"
Una rápida y exquisita receta a la que añadí también unos níscalos.  Original combinación.

Del bosque a la mesa:  Sopa de  "fredolics"
Los "fredolics" o negrillas son ideales para preparar esta receta, todo un clásico que nos reconfortará en los fríos días de otoño.

Del bosque a la mesa:  Conejo con setas y alcachofas
Un guiso casero con una sorprendente combinación de sabores.

Espero que éste sea un buen año de  "bolets"  para que podáis disfrutar de estas recetas y de algunas más que la temporada pasada se quedaron en el tintero.

Gracias por leerme y hasta pronto.




martes, 1 de mayo de 2012

¿Qué comemos...?

En la barra encontraréis una nueva página llamada  ¿Qué comemos...?  donde aparecen imágenes de los platos publicados en este blog.  Además, haciendo click sobre cualquier fotografía se puede acceder a la receta correspondiente.


Espero que os guste esta nueva página que, a partir de ahora, estará siempre actualizada a medida que vaya publicando nuevas recetas.

Gracias por leerme y hasta pronto.



sábado, 7 de abril de 2012

Berenjenas rellenas

Hay muchas formas de preparar berenjenas rellenas pero ésta es la receta que suelo hacer normalmente y quedan muy buenas.  Si queremos un plato más ligero se puede sustituir la carne picada por champiñones troceados.


Ingredientes para 4 personas:

4 berenjenas, 300 gr de carne de ternera picada, una zanahoria pequeña, un pimiento verde, una cebolla mediana, dos dientes de ajo, 1 kg aprox. de tomates rojos, aceite de oliva virgen extra, sal, una cucharadita de azúcar, una pizca de comino y otra de nuez moscada, queso rallado parmesano y emmental.

Elaboración:

En primer lugar hemos de asar las berenjenas y lo hacemos cortándolas en dos mitades y poniéndolas en una bandeja en el horno a 180º durante unos 35 minutos, con un chorrito de aceite de oliva.  Podemos acelerar la cocción dándoles unos ligeros cortes por la superficie. Una vez asadas las vaciamos con mucho cuidado de no romper la piel, troceamos toda la carne y la reservamos.

Para preparar el relleno comenzamos echando un chorro de aceite de oliva en una sartén y añadimos la zanahoria, el pimiento verde, la cebolla y los dos dientes de ajo, todo cortado pequeñito.  Cocinamos a fuego medio unos 10 minutos y cuando la cebolla empieza a estar transparente añadimos la carne picada, un poco de sal, la nuez moscada y el comino. Seguimos a fuego medio otros 10 minutos más, removiendo de vez en cuando.

Rallamos los tomates y los añadimos a la sartén junto con una cucharadita de azúcar para compensar la acidez.  Mezclamos bien con la carne y las verduras y dejamos que se vaya haciendo a fuego lento, tapado y sin prisas, removiendo de vez en cuando, durante al menos 1 hora más.  A mitad de cocción, añadimos la carne de las berenjenas y rectificamos de sal.

Una vez terminado, rellenamos las berenjenas y las volvemos a colocar en la bandeja para el horno. Llegado este punto hay quien las cubre con salsa bechamel y queso rallado para gratinarlas.  Yo simplemente les añado una mezcla de parmesano y emmental y las gratino en el horno durante unos minutos.

Consejos:

Como indiqué al principio, cambiando la carne picada por champiñón troceado conseguiremos un plato más ligero pero igualmente delicioso.  

Si las acompañamos con una buena ensalada obtendremos un menú completo y equilibrado.  Estas berenjenas rellenas se pueden preparar con antelación y dejarlas, incluso ya cubiertas con el queso rallado, a punto de gratinar.

Normalmente sobra relleno y con él podemos preparar diferentes recetas sólo con un poco de imaginación.  Combina a la perfección con pasta y también con puré de patata e incluso con arroz blanco.

Y hasta aquí la receta de hoy, unas berenjenas rellenas que seguro nos darán mucho juego. 

Gracias por leerme y hasta pronto.




lunes, 30 de enero de 2012

Espinas de anchoas, un original aperitivo

Sí, habéis leído bien: espinas de anchoas.  Y no es que la cosa me vaya tan mal que no me llegue para unas aceitunas sino que se trata de un exquisito y original entrante que descubrimos en nuestra visita al restaurante  "El Celler de Can Roca", en Girona.

A pesar de que las suyas eran mucho mejores ya que llevaban un rebozado especial de pasta de arroz, hemos descubierto una rica forma de aprovechar las espinas de los kilos de anchoas caseras que cada año preparamos.  En la época en que el boquerón está bien hermoso compramos de seis a ocho kilos y los ponemos en sal para poder disfrutar durante todo el año de riquísimos filetes de anchoas.  Y ahora, también, de sus espinas...


Cuando compremos este año los boquerones compartiré con vosotros una receta paso a paso de cómo prepararlos y conservarlos para tener, al cabo de unos meses, unas anchoas caseras de lujo.

Ingredientes:

Espinas de anchoas, harina y aceite.

Elaboración:

Limpiamos las anchoas.  En casa las dejamos antes un par de horas en agua para que pierdan un poco la sal y se hidraten, de este modo se limpian mejor.  Reservamos las espinas.


Las secamos bien con papel absorbente.



Enharinamos.  Yo utilizo un envase de plástico con un poco de harina, lo tapo y sacudo enérgicamente.  También se puede hacer con una bolsa de plástico: se pone un poco de harina, el alimento a rebozar, se llena de aire como un globo y se sacude.


Eliminamos el exceso de harina sobre un colador.


Freímos durante unos segundos en aceite abundante y no excesivamente caliente, ya que las espinas enseguida cogen color y se queman. 


Escurrimos el exceso de aceite.  Estas espinas han quedado al punto, más tostadas amargarían y un poquito menos hechas también están buenas.


Y aquí tenemos un rico, saludable  -por el calcio-  y económico entrante.  Porque lo realmente caro son los filetes...


Que, por cierto, los tengo con aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre de Jerez para que vayan cogiendo gusto y disfrutar de ellos en aperitivos, ensaladas y lo que haga falta.


Sorprendente, ¿verdad?  Pues pendiente queda la entrada para enseñaros cómo preparar en casa unas exquisitas anchoas como las que acabáis de ver.

Y hasta aquí la receta de hoy, un original aperitivo de espinas de anchoas fritas que seguro sorprenderá a vuestros invitados.

Gracias por leerme y hasta pronto.




lunes, 16 de enero de 2012

Caramelos de jengibre

Como complemento a la receta de jengibre confitado que os presenté hace unos días, hoy os enseñaré a preparar unos deliciosos caramelos de jengibre para que podáis disfrutar de ellos en cualquier momento.  En casa siempre los tenemos a mano y es costumbre desde hace tiempo, para reponer fuerzas durante la excursión de los domingos, llevarnos un tentempié a base de frutos secos, caramelos de jengibre y chocolate negro. 


Ingredientes:

Jengibre confitado, azúcar.

Elaboración:

Es tan sencilla que no haría falta esta receta paso a paso pero, como bien dicen que una imagen vale más que mil palabras, seguro que después de ver su increíble aspecto no os podréis resistir a prepararlos.

Colocamos los trozos de jengibre confitado sobre un colador para que se escurra bien todo el almíbar. 

El siguiente paso consiste en rebozar el jengibre en azúcar.  Yo lo hago poniendo una o dos cucharadas soperas de azúcar  -dependiendo de la cantidad de trozos-  en un recipiente de plástico junto con el jengibre.


Tapamos, sacudimos enérgicamente y...  ¡ya está!


Así ya se podrían comer pero a mí me gusta extenderlos y dejarlos secar durante unas horas.  De este modo se forma una costra de azúcar que le da una textura diferente al caramelo y también evita que se peguen al guardarlos en un bote para su conservación.


Aquí se observa claramente la diferencia entre los caramelos de jengibre recién hechos de la foto anterior y éstos, que tienen sobre unas diez o doce horas de reposo.


El reposo también hace que pierdan un poco de fuerza y tanto su sabor como textura se suavizan haciendo más agradable su degustación.

 
Consejos:

Un delicioso truco para apenas notar el picante sabor de estos caramelos de jengibre consiste en comerlos junto con un trocito de chocolate negro mínimo 70% de cacao.  De este modo, el sabor amargo del chocolate contrarresta el picante del jengibre.  Lo descubrí por casualidad  -entre maridaje y maridaje-  pero lo cierto es que, además de ser un bocado exquisito, funciona a la perfección.

Por las propiedades antieméticas del jengibre, estos dulces pueden ser un picoteo ideal en los viajes, para evitar incómodos mareos o náuseas durante el trayecto.  Este aspecto aún no lo tengo personalmente comprobado pero, a la menor ocasión, pienso experimentarlo.

Y hasta aquí la receta de hoy, unos deliciosos caramelos de jengibre de los que seguramente en breve disfrutaréis.

Gracias por leerme y hasta pronto.



domingo, 8 de enero de 2012

Jengibre confitado

Son de sobras conocidas las múltiples propiedades del jengibre y por este motivo no voy a extenderme sobre el tema, pero lo cierto es que su picante y fuerte sabor no es siempre del agrado de todo el mundo. 

Adoro el jengibre en cualquiera de sus formas, hasta en Ginger Ale.  En el desayuno, un zumo de naranja natural aderezado con una cucharadita de jengibre fresco rallado te recarga las pilas de buena mañana.  El jengibre encurtido me resulta tanto o más exquisito que el mismo sushi al que acompaña  (por suerte encontré un lugar donde comprarlo y siempre tengo reservas en casa).  

Hoy os presento una exquisita manera de disfrutarlo, una receta de jengibre confitado.


Hay otras formas de prepararlo pero ésta es muy sencilla, aunque necesita unos tiempos de reposo determinados que ralentizan su elaboración.  Por ese motivo, cuando preparo jengibre confitado, lo hago en grandes cantidades y no penséis que nos dura una eternidad.  En casa vuela y la causa es una receta que próximamente compartiré. 

Ingredientes:  

250 gr de raiz de jengibre, 200 ml de agua y 325 gr de azúcar.

Elaboración:

Primer paso:  Pelamos las raíces de jengibre rascando la piel con la ayuda de una cuchara o un cuchillo afilado y las cortamos en trocitos de un centímetro aproximadamente.  Colocamos el jengibre en un recipiente con agua y lo dejamos reposar durante 1 hora.  Transcurrido ese tiempo, escurrimos el jengibre y desechamos el agua.

Ponemos a calentar agua y, cuando esté hirviendo, echamos el jengibre y dejamos que hierva 4 minutos.  Escurrimos y remojamos bajo el grifo con agua fría.  Repetimos esta operación tres veces más, o sea, en total cuatro hervores de 4 minutos.  Para acelerar este proceso utilizo dos recipientes con agua a la vez:  mientras en uno se va calentando el agua en el otro va hirviendo el jengibre.  En el último enfriado escurrimos bien y reservamos en un bote de cristal u otro recipiente.

Ponemos a calentar los 200 ml de agua junto con el azúcar, removiendo hasta su total disolución.  Cuando arranca a hervir retiramos del fuego y echamos el almíbar sobre el jengibre.  Tapamos y dejamos reposar 12 horas.

Segundo paso:  Recuperamos la totalidad del almíbar y lo ponemos a hervir durante 10 minutos.  Retiramos del fuego y vertemos sobre el jengibre.  Tapamos y dejamos reposar 48 horas.

Tercer paso:  Ponemos a cocer el jengibre junto con el almíbar durante 10 minutos.  Transcurrido ese tiempo retiramos del fuego y guardamos todo en un frasco.  Ya está listo para consumir.  


Consejos:

El jengibre confitado se puede degustar así, directamente, o utilizarlo para la elaboración de postres, galletas y todo lo que se nos ocurra.  En la nevera se conserva bastante tiempo, aunque en casa no dura más de dos semanas.  También se puede envasar al vacío en pequeños recipientes e ir utilizándolo a medida que lo necesitemos.

El almíbar también se puede aprovechar para endulzar y aromatizar infusiones.

Y hasta aquí la receta de hoy.  Y para que os animéis a preparar jengibre confitado, la próxima receta será la sencilla elaboración paso a paso de unos exquisitos caramelos de jengibre.

Gracias por leerme y hasta pronto.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...